PH. Futoshi Hamaguchi

[Kumamoto, Japón, 1957]

 

Poeta, narradora y ensayista. De 1982 a 1992 preside el fanzine de poesía femenina Anillo de Fuego, ilustrado por la artista Kenjiro Okazaki. Ha publicado varios libros de poesía, entre ellos: Esperando el autobús amarillo (1978), Gloxinia (1989), Quién está allí (2017). Participó en la exposición “Palabras para las Letras Perdidas” organizada por Bakurocho ART+EAT, un intento de crear obras de poesía utilizando los tipos de letra de las imprentas destruidas por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011. Participa en el “Proyecto Voz” del poeta Taijin Tendo.

Poemas

Vivía entre las grietas de una gran roca

 

Vine hasta un país muy lejano

Lo que visten, el idioma también es diferente

Aunque siempre estoy agachada

En invierno me rodeo de gente

 

Si llega la Navidad canto

Y rezo con gratitud

Un lugar empinado y rocoso

Me dio las fuerzas para florecer

 

Del libro Quién está allí. Edit. de autor. 2017.

Traducción: Héctor Sierra


Versión original

 

シクラメン

 

大きな岩と岩のすきまで生きていた

 

とおいくにまで やってきて

着ているものも ことばも ちがう

いつも うつむいているけれど

冬には ひとの輪に 囲まれる

 

クリスマスが来たら うたう

感謝の祈りを こめて

険しい岩場は

花を咲かせる力をくれた と

Rapado el cabello

Con una rama por látigo

El viento atraviesa el cielo

Como si lo persiguieran

Al voltear una callejuela

Las hojas de los árboles cual orejas

Se paran

Con un pie en el tendedero

Aprieta con el otro una oreja contra el suelo

 

Estupefacto el viento se acurruca

Se apunta una hoja de sauce

Dando vueltas y vueltas

Sobre el concreto

Gota a gota derrama lágrimas

O se arrastra bajo la ropa tendida

Sonriendo de vez en cuando

Levanta una sombrilla como a una flor

Y se hace el distraído

 

El viento también tiene a dónde ir

Si escapa al cielo azul

Se va caminando

Si el sol irradia como una espina

A veces parte la bruma sosteniendo a un pajarito

 

Y su pelo ceniza se desata en un arcoiris


Pero es en ese momento

Que el viento

Con fuerza

Se muerde un bostezo

Y detiene su aliento

 

Del libro Gloxinia. Edit. Shoshi Yamada. 1989.

Traducción: Héctor Sierra

Su cuerpo se arrastra por el cielo nublado y sacude su cola expirando vómito
Luego sacude los árboles y la hierba

Sin razón deja que sus escamas caigan con la lluvia

Mordiendo una nube negra y emitiendo rayos, acompaña sus bramidos con truenos

 

Después de irse

Las escamas se convierten en un pequeño puente de arcoiris

El sol poniente que brilla en el horizonte ilumina los pedazos de escamas esparcidos sobre las nubes

A todas estas mutaciones se les llama dragón

En la tierra la gente se estremece y siente

 

El dragón no es macho ni hembra

El dragón no loa

No hay tristeza en su bramido

Solo hay un timbre de afecto

 

Debajo del mentón tiene una escama larga

Al parecer porque tiene eso
Es que el dragón se llama dragón.

Se rasca su escama invertida con sus garras

En el espejo de agua del lago sabe cuándo transmutar

 

Imita la forma ondulante de las altas montañas

Y aunque se ondula

En realidad le gusta la tierra plana

Se pule esas garras con las rocas de las montañas

 

El camino por el que pasa el dragón está lleno de gotas de agua

Y esas gotas pueden hacer agujeros en la roca

Con su cuerpo como un remolino de niebla se va por los cielos

Su cuerpo completo no se puede ver

Si bien se lleva la labor de los que se angustian y desesperan por este mundo

Es así que hay personas que también abren los ojos

 

En el corazón de los que lo honran el dragón sobrevive miles de años, la sombra del dragón es muy grande

Desde lo alto del cielo para los que viven arrastrándose en el suelo no hay ni grandeza ni mezquindad

A los perversos y a los santos les aparecen nubes y les llueve

El dragón sube al cielo y en el firmamento extenso conoce su propia pequeñez

Y a pesar de ser dragón no puede conocer su propio destino

 

Del evento Las Escamas del Dragón, con el artista Toshihiko Ibe. Tokio. 2018.

Traducción: Héctor Sierra