[Mariannelund, Suecia, 1972]

 

Escritor y artista performático. Trabaja sobre la magia secular y chamanismo urbano combinado con fantasías sobre los cuerpos ilimitados, la ecología e investigaciones históricas. Como poeta, Holmstrand mezcla metodología conceptual con técnicas artesanales y folclore. En muchos de sus poemas ha aplicado la métrica tradicional. Ha ganado el premio “Mare Kandre Prize” de la Academia Sueca en 2018. También el “Stina and Erik Lundberg ‘s Foundation” en 2017. Ha publicado alrededor de treinta y seis libros.

Poemas

Forman una nación y la llenan de nosotros.

Tomamos a un señor sin hogar, lo golpeamos

          contra otros semejantes.

Se caen y se hacen uno con el poder

que arresta a unos jóvenes y se divierte

hasta morir.

Los detenidos sombríos nos arrestan y nos dejan libres.

Nos divertimos con anécdotas afiladas, traicionamos,

chismeamos felices y nos divertimos hasta morir.

Vienen a arrestarnos, pero nosotros ya estamos

muertos.

Me levanto del montón, de nuevo vivo y sombrío,

y miro mi país,

yo, sin hogar,

soberano de todos.

Comienzo a divertirme.

 

Del libro Vid mardrömmens mål.  Edit. Albert Bonniers Förlag. 2010.

Traducción: Petronella Zetterlund


 

Versión original

HEMLAND

 

Man bildar en nation och fyller den med oss.

Vi tar en hemlös herre, slår honom mot andra likadana.

De faller samman och blir ett med makten

som häktar några ungdomar och roar sig till döds.

De mörka gripna häktar oss och släpper oss.

Vi roar oss med vassa anekdoter, sviker,

skvallrar glatt och roar oss till döds.

De kommer för att häkta oss, men vi är redan

döda.

Jag reser mig ur högen, åter levande och mörk,

och tittar på mitt land,

hemlös,

allas herre.

Jag börjar roa mig.

 

Del libro Vid mardrömmens mål. Edit. Albert Bonniers Förlag. 2010.

Todos son jóvenes, tal vez trece, catorce.

El más joven soy yo.

Todos deben pelear con alfanjes afilados.

Todavía no se ha producido ningún daño.

Yo fui su compinche, uno de los conjurados

cómplice en la misma condenación.

Ahora soy su enemigo,

porque por razones difusas no me quiero acostar con ellos. … 

Un lugar parcialmente subterráneo se abre

bajo un cielo crónico.

Me escondo con regularidad

en un compartimento allí abajo: número cinco.

Allí tengo mi casa, entre borlas para polvo y decorados antiguos.

Uno de ellos me encuentra, alza el alfanje,

una tira de aluminio hecha trizas y brillante que me refleja fielmente, y cuando lo baja

lo refleja también a él.

Un hombre mayor que siempre nos ha domesticado dice que yo debería morir, pero…

Me acuesto, duermo el sueño del perseguido y sueño con sacrificios sin resultado,

el vello púbico lleno de azafrán. 

Ahora vestido, abro la puerta a

otro compartimento,

y me encuentro entre hombres tatuados desnudos con stilettos. La escena es muy fuerte.

Casi alcanzo a llegar a una extraña, oscurísima ventana.

 

Del libro Vid mardrömmens mål. Albert Bonniers Förlag. 2010.

Traducción: Petronella Zetterlund