[Tucumán/CABA, Argentina, 1973]
Es Periodista, narradora, crítica literaria y poeta. Cuenta con una vasta trayectoria en los medios argentinos desde hace más de dos décadas, incluyendo televisión, radio y gráfica. Multipremiada por su labor periodística. Ha publicado El Jardín de los Delatores (2015), Cuentos Inesperados (2011).
Se formó en Literatura inglesa, especializada en la obra de Shakespeare. Fue madrina del Festival Shakespeare Buenos Aires durante seis ediciones.
En 2016 corresponsal de la BBC Mundo, y escribió en La Nación, Revista Noticias, Clarín, y Perfil online.
Poemas
La última nota de Chopin, el último sostén,
de la noche que se escapa en el sueño.
Entre esas candorosas magias que niegan la restricción
de las etiquetas y prescinden indolentes de la aprobación
entra como brisa filosa el deseo que no ha tomado forma.
Su anhelo es el primer movimiento de una música cifrada.
¿Acaso es esa mariposa azul que imagina y oculta la noche?
Escapa.
Escapa ese instante de certeza en que creímos entender.
No importa entender. La revelación no nos necesita despiertos.
Es una luz extraña que se percibe por su perfume.
Es una rendición triunfal a las voluntades de la intuición.
Es este regreso de la poesía cuando ya despunta el sol.
(Inédito)
Ya no temo al infierno: es el desamor
en el que me he consumido sin fuego.
Dejo a mi sirviente Wagner lo que tengo,
lo que nunca tuve. Será mi última
apariencia. Alguien me recordará bueno.
Esta noche he confesado a mis pares
que mis artes eran negras y mi ciencia
magia. Ellos no me juzgaron. Esta
noche sentí la amistad de la que fui
incapaz. Yo que desafié a Dios, yo
que interrogué al Diablo en mis
delirios de inmortalidad, yo que besé
a Helena de Troya, convencido
de que no era una sombra de mi soberbia.
No me arrepiento, no puedo.
La formalidad de firmar con mi sangre
No era anterior a mi propia perdición.
Esta noche el reloj clausurará las treguas.
Le agradezco a mi autor por defender
la libertad de la que he gozado
para elegir mi infierno. Ciega o inútil
es lo único que me queda.
El infierno no me espera.
Yo llegué antes.
(Inédito)
Escarbaría con mis manos para desenterrar la verdad.
Escuchen su voz de ultratumba traspasando los silencios.
La tierra nunca es cómplice: sus muros son porosos
para que los secretos sean rescatados como flores en la luz.
Esta mañana el sol ha cazado a un falso profeta: su máscara
de cera sucumbió al fuego disolutorio de las revelaciones.
Los inciensos despiertan con el mantra de los monjes.
La aurora es un purgatorio en la vibración de sus repeticiones.
Los harapos de mis ropas hablan de mis supervivencias.
He heredado este temple de las sombras:
donde la injusticia se jacta de ser un destino inevitable
donde las palabras vacias son impunes hechiceras del crédulo
donde el ladrón se convence de que es suyo lo que roba
donde se pone a prueba la resistencia de los justos.
Nunca esperes que me rinda.
Huelo la verdad como se huele la sangre.
Su cacería es antigua como la miseria.
Tan antigua y certera como su fuga hacia el futuro,
donde siempre triunfa.
Eso me sostiene.
(Inédito)