[Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, 1961]
Poeta. Colaboradora de la revista El infinito viajar. Coordinadora de La Comuna. Publicó El jardín santo (2011), Territorios (2012), Collage (2015), Formosa (2015), El viaje y el ombligo (2017), Bailar; y diversos cuadernos de poemas (2013-2014); Punto Ciego (2017). En antologías: Gente de Lunes-Casa E. Carriego (2006); Rapsodia-Ensamble de Voces (2015). Su microrrelato Sangrar es libro-objeto de arte (4 ediciones, 2012).
Poemas
PUEBLO FANTASMA
En el brazo una fístula,
la infancia rompe,
el dolor rompe,
los rastros de la vacuna
de la niña,
con los dedos se cierra
un hueco
por las púas.
El alambre separa el terreno,
abre llagas de una pobreza
de allá, lejos.
Naineck Naineck*
Esteros delgados,
hedor,
sapos intensos,
se escuchan gritos
fantasmales.
Una niña fantasma aparece,
ni aquí ni allá.
Lenguas,
víboras,
mboi, mboi, mboi**.
Piso de tierra
y una docena de cerdos,
y un idioma al que habría que limpiarle
la suciedad,
las semillas.
Un trapo, un desinfectante casero.
El brazo herido con pus.
Fragmento de las madres que migran,
sobreviven, mientras otras quedan,
y cada cual intuyó la tristeza
a través del aire.
Naineck Naineck Naineck
Sin riesgos no habría una secuencia vital,
no habría hijos o alimañas.
De boca al mundo trasmigran.
Que el brazo se pudra.
Que las palabras se pudran en la tierra.
¿Se puede desinfectar el desarraigo,
la melancolía abierta,
un día agusanado?
Al otro día
cada madre
se cuelga,
clava el clavel del aire,
una jeringa
al árbol,
respiro por ellas,
para que les cicatrice
sus ecos inflamados,
la pérdida y el monte,
el auxilio.
Poema inédito
*Pueblo formoseño con nombre en lengua Qom.
**Víbora en Guaraní.
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de vaca luminosa
carne la noche
tus imágenes revolvían mi cerebro de ternera
el cordón untado en la pesadilla
dentuda me defendía
del meridiano rojo
a mordiscos
después lavábamos la sangre
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tus cuentos
como la vaca exigida por su leche
me empujaban
pueblos de cañas
la doña que habitaba el humo
y un calor interminable de los grillos
por el sembradío
alguien ordeñaba
temía a las ubres
su leche grasienta
el día bravo empezaba con la aguja del sol
pero se derrumbaba con el agua
ácida de frutas
palpando la humedad
ser imaginario del bananal
vivía al fondo
la que predecía el futuro de las nietas
¿sabés que una vez las escuché a ella y a la abuela
hablando de mí?
¿sabés que entre los trastos vacíos y las botellas extrañas
supe quién iba a ser?
¿sabés? los pueblos son oscuros porque esconden palabras en otro idioma
¿y quién no conoce sus ánimas? después de muchas vidas todavía los pedidos de auxilio
algunos podemos abducir los becerros de sus madres
llevarlos al día seco y amarillo
de antes de ayer
del pasado
yo atisbé el camino de regreso en tus relatos que anunciaban la lluvia
lo aprendía de memoria
cada detalle debajo de las sábanas
sssshhhhhh estoy allí
Del libro Formosa, Edit. El Suri Porfiado, 2015.
DIÁLOGO CON KAZUO ONHO
travestido:
tus mujeres lucen sombreros
y a esas flores les falta seguridad
máscaras blancas que nunca había visto arder
lloran y ríen
mórbidas
me tocan la nuca si intento bailar
y otro physique du rôle
sobre puntillas
del músculo
medias de nylon
chis-chis al tocar
(nosotras calzamos
nuestra propia vida)
tarso metatarso
contracciones
paren
los huesos
forma de flor
calcáreo jazmín
Del libro Bailar, de próxima publicación