[Québec, Canadá, 1959]
Geógrafa, traductora, poeta, narradora, ensayista y fotógrafa. Vive en Guadalajara, México, desde 1992. Ganó, entre otros, el Premio Nacional de Traducción Literaria en Poesía, los premios nacionales de poesía Alonso Vidal (2007) y Tijuana 2015, el Premio Jacqueline Déry-Mochon de novela (2005) y los premios internacionales de poesía Ditët e Naimit y Poetry Nights of Curtea de Arges. Publicó dieciséis libros en varios géneros, en francés y español, y tradujo una setentena de obras.
Poemas
PROBLEMAS DE DEGLUCIÓN
Traducción de Françoise Roy
Dórame la píldora otra vez. Tú que sabes de nácar, de ostras que guardan lo que el aire destruiría, tú que sabes de esmaltes, maquillaje, barnices y colorantes, oropel y chapa de metal noble para disfrazar el fiero oxidado.
Dórame la amarga píldora de la verdad con trucos de confitería. Sácale con un popote delgado el ácido, tú que tanto sabes de productos corrosivos.
Mete los dedos detrás de mi campanilla y sácala con cuidado, entre tu índice y tu pulgar de mago. Arrójasela a las hienas.
No estoy enojada. Tengo hipo.
. versión original .
PROBLEMES DE DEGLUTITION
Dore-moi la pilule encore une fois. Toi qui en sais long sur les mystères de la nacre, sur les huîtres qui préservent ce que l’air y détruirait, toi qui t’y connais bien en vernis, en maquillage, en laques et en colorants, toi qui es féru d’oripeau et de plaqué or pour en masquer la rouille.
Dore-moi la pilule amère de la vérité avec tes trucs de confiserie. Extrais son acide au moyen d’une paille, toi qui es tellement versé en produits corrosifs.
Prend-moi la luette et extirpe-la soigneusement, la pinçant entre ton index et ton pouce de magicien. Jette-la aux hyènes.
Ce n’est pas que je sois fâchée. J’ai tout simplement le hoquet.
Del libro Atrás de la máscara, Edit. Instituto Mexiquense de Cultura, 2014.
PAISAJE
Paisaje: mariposas que revolotean en un paraje yermo
percutido por la luz.
En la recámara, un entramado de fémures y costillas que han resistido la carga del exilio: alambres invisibles cosen todo aquello junto, a la hora amatoria.
***
Resol ciego, agujero donde sopla una brizna de mar (nada se evapore por los surcos de los índices, pulgares y anulares prensados).
***
He aquí la estancia de callar, la vasta estepa de la catadura, el diluvio grumoso cuyos ácidos emblanquecen los carámbanos del invierno. He aquí el verano.
Del libro La jaula de las medusas, Edit. Instituto Mexiquense de Cultura, 2010.
La bandera blanca izada a media pierna, hecha con un pedazo de sábana, no hará de estandarte de paz.
Es una guerra sin batalla, sin ejército, sin soldados de infantería, que será librada en lo más recóndito de su corazón (forzosamente duplicado), en la fosa común donde ambos enterraron el miedo.
Durante unos días —el alba de Paul Celan despuntará más tarde con su leche negra, sus tumbas flotando como papalotes— se les olvida que tienen miedo. El armisticio firmado antes del conflicto tiene ahora vigencia (ahí florecen palabras de tregua), el cielo se embellece con el grito de las oropéndolas.
Ella agita ese trozo de algodón contra su mejilla, lo alza a media asta de su muslo lampiño, y retraza así el inicio de las hostilidades.
La bandera blanca, izada a media pierna, fabricada con un trozo de sábana, servirá de estandarte de paz.
Del libro Le carroussel des eaux, Édit. de la Grenouillère, 2019