Copyright Francesco Francaviglia

(Nápoles, Italia, 1957). Poeta y músico, narrador. Publicó libros y CDs de poesía con música acompañado por artistas como Frank Nemola y Paolo Fresu. Entre sus obras cuentan Fast Blood, L’esercizio della lingua, Piccola cucina cannibale e Il fiore inverso. Tres de sus novelas están publicadas como Il Cristo elettrico (2014). Pionero de la spoken music europea e introductor del ‘Poetry Slam‘ -competición poética en voz alta. Traducido a más de diez idiomas. Premios Delfini (2003) y Pagliarani (2016), entre otros.

Pequeña cocina caníbal

 

Necesito un atajo lento y una vida que me mienta

donde se oiga el apagado sonido de cada sentimiento necesito

un sueño dejado atrás encontrarle un metro a la mentira

huir del cepo necesito silencio ajenjo y gruñido

necesito tacto olfato perder el quicio huir del jaque

necesito ojos y yemas lenguas fosas nasales ametralladoras

un vórtice sordo que engulla el futuro una vena tus raíces

 

(arráncame las pupilas y mastícalas con ternura saborea el gusto

amargo del disparo y de la pólvora que he esparcido sobre las emociones córtame

la lengua y quema su punta hasta que el humo no se haga incienso, hasta hallar un sentido)

 

si aún existo es para nutrirte para asombrarte para zafarme de ti y para traicionarte

ponerte contra la pared en una esquina y pedirte que te rindas ante el signo

ambiguo que nos separa en el aire raro que está entre nosotros y que nos une en

un soplo al vacío de cada movimiento nuestro si aún existo es para decirte

por favor sigue asombrándote para decirte ojo que amor no rima

con corazón sino con el rombo del dolor con los músculos rasgados que

acaricias por la noche con la única cosa cierta sangre derramada que hace primavera

 

(sepárame las piernas y arráncalas del tronco desmonta las rodillas

vacíalas de líquidos y palabras y sécalas al fuego lento de la duda

hunde el hacha en las nalgas con un golpe seco divídeme hazme pedazos devórame)

 

si aún existo es para decirte que no creas una sola palabra afiles

la mirada como un cuchillo apuntando a la garganta continúes creyendo que

también los pavos vuelan si bien a costa de quedarte sola si bien a costa de

ser tú la que digas la última palabra si aún existo es por la acrobacia que

nunca sacia por esta última caricia un instante antes del

sofocado respiro que me parte es para lamerte las manos con dulzura

para beber tu sal enjugarte el mal es por amor o por lo que vale

 

(córtame las orejas con cuidado y vuelve a coserlas junto a los labios y los

párpados las yemas aplícalas a la lengua con agujas y comas y

puntos ahí donde late ahí donde duele y pulsa con grumos de dignidad

el ritmo del dolor el acento de la libertad)

 

Necesito olvidar el futuro imaginar el pasado necesito

que me acoses amenazas chantajes violencia un cordel

envenenado necesito una sola duración lisa como un espejo como

el hielo que hiende el filo de los patines como si fuese el pedazo de una historia

común un recorrido un mordisco de vida que chilla de hojas y mata yo

necesito piel y olfato pero tú mírame sin tocarme y ahora

con destreza amor mío róbame la vida y luego apágame con dulzura

 

 

(Traducción del italiano de Renato Sandoval Bacigalupo)

 

 

Piccola cucina cannibale, Squilibri ed., 2012