[St-Simon, Québec, Canadá, 1946]
Después de obtener su doctorado en París y una Maestría en Bellas Artes por la New York Sate University, ha trabajado como director en Radio-Canadá y es profesor en la Universidad de Moncton. Autor de más de cincuenta libros, unas treinta obras de teatro, varias películas y unas ciento cincuenta exposiciones de artes visuales. Ha recibido, entre otros, el Premio del Gobernador General en poesía y el prestigioso Premio Molson del Consejo de las Artes de Canadá. Oficial de la Orden de Canadá y Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, distinción que recibió de Francia.
Poemas
ÍCARO
Tenemos un amigo en común.
Él vive, sumergido, en un apartamento trabajado por el hollín.
Él trabaja semanalmente, se diría.
Él nos abraza cuando vamos a visitarlo
En invierno sobre los caminos helados.
Hablamos de frustraciones diversas.
De las razones que hacen que uno abandone su espacio
para irse a vivir en otro lado
todo este dolor que nos reclama.
Como si nos diéramos cuenta súbitamente
de la urgencia de las cosas y de la huida del tiempo.
“Qué fue lo que pasó”, que él no pudo terminar de hablar.
Y añadimos, conscientes del paso
y de la necesidad de alimentar la conversación,
que “el invierno es una estación en la que todo se deforma”.
Y él siempre concluyó diciendo que había que tener cuidado.
Cuando nos acercamos al sol, parece que nos incendiamos.
No es tan terrible como nos quieren hacer creer.
Del libro “Prophéties”, Moncton, Ediciones Michel Henry, 1986.
ICARE
Nous avons un ami en commun.
Il vit, étanche, dans un appartement travaillé par la suie.
Il travaille à la semaine, on dirait.
Il nous embrasse quand nous allons le visiter,
L’hiver sur des chemins glacés.
Nous parlons de frustrations diverses.
Des raisons qui font qu’on déserte son espace
pour aller vivre ailleurs
toute cette douleur qui nous réclame.
Comme si on réalisait subitement
l’urgence des choses et la fuite du temps.
«Qu’est-ce qui s’est passé» qu’il n’en finit plus de dire.
Et nous rajoutons, conscients du poids
et de la nécessité d’alimenter la conversation
que «l’hiver est une saison où tout se déforme».
Et il conclut toujours en disant de faire attention.
Quand on s’approche du soleil, il paraît qu’on prend feu.
Ce n’est pas si terrible qu’on veut nous le faire croire.
Del libro “Prophéties”, Moncton, Ediciones Michel Henry, 1986.