Moncho AZUAGA (Asunción, Paraguay, 1952). Poeta, narrador, dramaturgo, actor. Gestor cultural. Abogado (Universidad Católica de Asunción); Licenciado en Filosofía. Cofundador de la Sociedad de Escritores del Paraguay. En poesía publicó –entre otros- Jirones de Espera, Bajo los vientos del sur, Ciudad sitiada, y El amor en los tiempos de López. También ha publicado dos novelas y varios libros de cuentos. Una veintena de sus obras teatrales han subido a escena en su propio país, en Argentina, Uruguay, España, Brasil y México. Multipremiado en todos los rubros que escribe, en poesía cuenta con el Premio de la Liga de Academias del Paraguay y el del Instituto de Cultura Hispánica entre otros. Incluido en antologías internacionales de cuento y poesía. Reside en Lambaré.

Cinco poemas.-

De águila su mirada,
De pura luz infinita,
Sus garras se hunden en el mar,
En el abisal abismo incognoscible,
En el insondable silencio
Universal.

De múltiples lenguas
es el bramido de su estirpe,
como tormenta imposible
y gélido el suspiro
de su silencio lunar.

Y su carne azotan los vientos
De los confines del mundo,
Animal
de cualquier lugar.
Mas, yo se que le duelen
los antiguos cantos
los peanes que resuenan
en un atroz combate singular.

Y hace temblar la tierra,
Destruye el cielo,
Consagra la guerra
Y deslía la historia
Y la encierra desollada
Llorosa y subjetiva
Y nada ,
Absolutamente nada
lo hace callar.

Cefalópoda,
Deslenguada,
Amorfa,
Ectoplasmatica
Y linfática,
Oculta bajo las montañas
el oro purísimo
el secreto sideral.

Y de cuando en cuando
Sus fauces de fuego arrojan olvido,
Para que todo vuelva a empezar,

Y como si nada
El paisaje retuerce,
Descogota las almas sorprendidas
Y bruñe el tosco metal de la vida
Con el tañido de sus alas,
Dragón antiguo,
Bestia medieval,.

Es el monstruo que desangra
Al desprevenido que logra
pernoctar cerca de sus cuevas
Y maltrata el sueño,
el pensamiento,
la vida
Mientras anota
a hierro candente
los signos malditos
en el alma perdida
del mal nacido juglar.

Es ,lo digo,
La terrible bestia
que canta
al morir el dia.
Rudo animal simbólico
Poesía,
que arroja dolor y alegría,
al abismo ingrato del mundo
y anuncia el próximo silencio.