Bar Iberia: Una foto para el recuerdo.
La poesía tiene sus emisarios desperdigados por el mundo y también sus preferencias al momento de elegir destino para asentarse. No por estar al corriente de las tendencias de bienes raíces, sino por gusto. Y un poco de romanticismo. Algo que se respira en Buenos Aires y la forma de vivir de sus habitantes. ¡Qué mejor lugar para hacerse de una fotografía para el recuerdo, que las calles y los bares del centro de esta ciudad! Donde la poesía está tan a gusto. Por eso el Festival, en su octava edición, sigue buscando el intersticio, apostando a salir del marco de la Feria del Libro para ir a los bares, en busca del lector. A sentarse a su lado en una mesa. Así fue como el Bar Iberia nos recibió; entre almuerzos y cafés que el ritmo de oficina apura a las tres de la tarde. Comenzamos con la música de Paulina Fain, generando un clima propicio para las lecturas. Y luego escuchamos de cerca a César Eduardo Carrión, Maritza Kusanovic, Javier Alvarado y María Ángeles Pérez López. Homenajearon a Alejandra Pizarnik, a los amigos y las hijas distantes, a la tierra que los vio nacer; y nos sentimos parte de cada palabra. Cercanos a la alegría, al dolor, a las preguntas que evocaron. La tarde hizo un paréntesis y la rutina cambió. Vibró el aire.
Laura López