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Copyright Eva Kelety

[Viena, Austria, 1970]

Escritor, músico y artista sonoro. Estudió literatura alemana y filosofía en la Universidad de Viena. Imparte clases de poesía acústica en la Schule für dichtung / Vienna poetry school. Usa el lenguaje oral (micropartículas lingüísticas y secuencias de ADN sonorizadas) al que combina con guitarra, bajo y música electrónica para crear sus composiciones e improvisaciones. Textos, paisajes sonoros hechos con palabras, canciones palindrómicas, caricaturas en audio, ensayos e interpretaciones auditivas, bandas sonoras para películas, actuaciones performáticas, piezas radiofónicas y sonorizaciones de ADN. Fundador de Takamovsky. Cofundador del dúo de performance literario y musical Sergej Mohntau. Miembro de The Vegetable Orchestra. Entre otras obras ha dado a concer Selfcompiler (Paisaje sonoro con palabras) (2012), Ein Figurenpark aus Text und Klang (Un parque de esculturas creado con textos y sonidos) (Libro & CD, 2014), Sonic Counterpoint (Contrapunto sonoro) (2016). Su novela Tobman estará en librerías en el otoño europeo de 2018.

Poemas

EL GATO COPISTA

Traducción de Macarena Mohamad

Reflejo. Remedo. El que no entiende a los demás, los copia y ya está. Se escucha a sí mismo al oírlos hablar, escucha bien, espía y luego imita cada sílaba, cada sonido, palabra por palabra y tono por tono. La intercambiabilidad de lo único es una conquista de la información democratizada.

El gato copista, un pionero de la era de la teletransportación, copia originales de manera muy original y poco original. Con un ruido suave que suena a respiración y rumor, el gato copista se frota contra todo lo material e inmaterial de su entorno, acaricia, lame y se cepilla un poco, chupa un poco aquí un poco allá mientras altera permanentemente su apariencia, la adapta, la transmuta. Su cuerpo es una enorme membrana que registra todos los cambios vibrando y los traduce en información útil. Cuerpos, gestos, comportamientos, acentos, fonemas, particularidades, expresiones y errores, todo lo imita al instante, igual al original. Ya no hay más originales, tampoco adeptos, epígonos ni copias falsas. Una copia es un original es una copia. Original o copia, ¿a quién le importa ya? Si alguien lo dice, él también lo dice. Original o copia, ¿a quién le importa ya?

El gato copista bebe sin tener sed, come sin tener hambre. Escucha atentamente, comprensivo, sin comprender lo más mínimo. Si se cae del árbol, no siente nada y, sin embargo, le duele. Si el gato copista tiene calor, lo tiene sin calor. Tiene frío sin frío. Si mata a su presa, es como si no matara nada. Pero la presa está ahí, sangrando en el suelo, y al gato copista lo recompensan con palmaditas y caricias; si luego ronronea de placer, le dan un puntapié y de un salto se va atrás del arbusto más cercano.

Sin haber salido nunca de viaje, conoce el mundo entero, conoce todos los países, mares y lagos, conoce bien ríos que jamás ha visto. Todo fluye a través de él, todo está en él, él se convierte en todo, porque es todo y siempre lo ha sido en realidad. Copia el movimiento del río, se retuerce como nailon sacudido por el viento, las olas, se mueve hacia arriba y hacia abajo, como vellón, las nubes, es una bola de algodón. Susurra cerca de unos árboles como una tosca bolsa de papel, cruje como celofán.

Tengan cuidado con el gato copista, dice alguien. Y no se le acerquen demasiado. En un segundo te copia y quedas desarraigado en el mundo, replicado y encima sin aura. Tengan cuidado con el gato copista, dice el gato copista. Y no se le acerquen demasiado. En un segundo te copia y quedas desarraigado en el mundo, replicado y encima sin aura.

 

Del libro “Instrumentum Vocale. Ein Figurenpark aus Text und Klang /Instrumentum vocale. Un parque de esculturas de texto y sonoridad”, Edit. Klever, 2014.

Die Kopierkatze

Die getreue Wiedergabe
ist eine echte
Fälschung.
Elazar Benyoëtz

 

Spiegelbild. Abklatsch. Wer andere nicht versteht, kopiert sie einfach. Hört sich hinein in ihr Sprechen, hört hin, hört ab und imitiert dann wort- und klanggetreu jede Silbe, jeden Ton. Die Austauschbarkeit des Einzigartigen ist eine Errungenschaft der demokratisierten Information.

Die Kopierkatze, eine Vorreiterin des Zeitalters der Teleportation, kopiert Originale original und unoriginell. Mit einem leisen Geräusch, das sich wie Atmen und Knistern anhört, reibt sich die Kopierkatze über alles Materielle und Immaterielle in ihrer Umgebung, streicht, leckt und bürs- tet sich ein wenig, saugt ein wenig da, ein wenig dort und verändert wäh- renddessen permanent ihr Aussehen, passt es an, formt es um. Ihr Körper ist eine riesige Membran, die alle Veränderungen zitternd aufnimmt und in für sie brauchbare Informationen übersetzt. Körper, Gesten, das Ver- halten, Zungenschlag, Sprachlaute, Eigenheiten, Ausdrucksweisen und Fehler, alles ahmt sie augenblicklich nach, so gut wie das Original. Origi- nale gibt es nicht mehr, genauso wenig wie Adepten, Epigonen oder fal- sche Kopien. Eine Kopie ist ein Original ist eine Kopie. Original oder Kopie, wen interessiert das noch? Sagt das wer, sagt sie es auch. Original oder Kopie, wen interessiert das noch?

Die Kopierkatze trinkt, ohne Durst zu haben, isst, ohne hungrig zu sein. Sie hört aufmerksam zu, verständig, ohne auch nur das Geringste zu ver- stehen. Fällt sie vom Baum, spürt sie nichts, und trotzdem tut es weh. Ist der Kopierkatze warm, dann ohne Wärme. Kalt ist ihr ohne Kälte. Erlegt sie ihre Beute, so ist es, als erlege sie nichts. Aber die Beute ist da, blutig auf dem Boden, und die Kopierkatze wird dafür getätschelt und gestrei- chelt; schnurrt sie dann vor Wonne, bekommt sie einen Tritt und springt hinter den nächsten Busch.

Ohne je verreist zu sein, kennt sie die ganze Welt, kennt alle Länder, Meere und Seen, auch Flüsse, die sie nie gesehen hat, sind ihr wohl ver- traut. Alles fließt durch sie hindurch, alles ist in ihr, zu allem wird sie selbst, weil sie es ist und eigentlich immer schon war. Sie kopiert die Bewegung des Flusses, windet sich wie aufgerütteltes Nylon, die Wellen, sie bewegt sich auf und ab, wie Vliesstoff, die Wolken, sie ist ein Watte- bausch. Raschelt in der Nähe von Bäumen wie ein grober Papiersack, knistert wie Cellophan.

Nehmt euch bloß vor der Kopierkatze in Acht, sagt jemand, und kommt ihr nicht zu nahe. Im Nu kopiert sie euch, und ihr steht entwurzelt in der Welt, vervielfältigt und obendrein ohne Aura. Nehmt euch bloß vor der Kopierkatze in Acht, sagt die Kopierkatze, und kommt ihr nicht zu nahe. Im Nu kopiert sie euch, und ihr steht entwurzelt in der Welt, vervielfäl- tigt und obendrein ohne Aura.

 

Del libro “Instrumentum Vocale. Ein Figurenpark aus Text und Klang /Instrumentum vocale. Un parque de esculturas de texto y sonoridad”, Edit. Klever, 2014.