Elogio del hastío
Frente a mí el desayuno se derrite como el espacio del recinto que lo contiene. Los árboles me han dejado de hablar. Gasto tiempo en nimias distracciones: Me convierto en barro, en docenas de raíces que tejo y destejo. Exploro bajo la arcilla y cosecho cuarzos lilas, ópalos transparentes ante ...